17 jun 2007

Emblemas


Normalmente cada ciudad o pueblo, por pequeño que sea, tiene un emblema, algo de lo que se siente orgullosa su historia y sus ciudadanos.

Por más vanguardista que ésta sea, el o los emblemas suelen estar atados a la historia.


En el caso de Budapest hay varios emblemas muy interesantes y diferentes:

El Puente de la Cadena, el Bastión de los Pescadores, el Parlamento o San Esteban son algunas muestras arquitectónicas de impresionante belleza y signficación creadas por el hombre para unir -física o ideológicamente- dos mundos.

El balneario Geller es una perla de majestuosidad ideada para la relajación y el edonismo.

El río Danubio grandioso y paciente cruza la ciudad y baña sus orillas, una maravilla natural de la que numerosas ciudades europeas pueden dar fe y del que han escrito, cantado, compuesto, pintado, fotografiado y filmado muchos de los mejores artistas de la historia.


Es una ciudad digna del orgullo de sus ciudadanos, pasados presentes y futuros.


Antonio ha estado pasando unos días por allí en un congreso y disfrutando un poquito de su belleza y su historia.

Me han venido a la memoria recuerdos muy gratos de cuando yo también pasé unos días en ella y disfruté no sólo de los emblemas y los grandes monumentos, sino también del bullicio en el mercado lleno de paprika y tejidos, o de los paseos por las calles, o del rato placentero en Geller, en silencio, rodeada de mujeres de todo tipo buscando lo mismo que yo, la serenidad que da el aislamiento en un lugar bello dentro de una ciudad llena de vida.

7 jun 2007

Políticamente incorrecta


Madre mía qué agobio!

Tengo que mentir -excusarme con una mentira- de no acudir a un bodorrio, pero nunca encuentro el momento de llamar a la novia para decirle que no voy a acudir.

Es una boda no demasiado cercana, pero tampoco lo suficientemente lejana para que no me importe la explicación, con lo que voy atrasando y atrasando el momento de la dichosa llamada telefónica.

De pequeña estaba bien, porque los padres casi siempre van a las bodas, y si eres muy pequeña eligen por tí -no hay opción-, y si ya tienes suficiente edad para no ir, no vas si no quieres y ya está, van ellos por tí y quedamos todos tan bien.

Podría decirle a mis padres que fueran ellos esta vez también en representación, ¿¿no??
El caso es que seguro que el 99% de las parejas que se casan actualmente entenderían a la perfección la razón real: "... mira, verás, es que no tengo mucho dinero como para comprarme un traje para ir en condiciones, haceros un regalo, y todo lo que conlleva ir de boda, porque me he comprado un piso este año y la hipoteca nos ahoga, y la situación laboral no es que sea la mejor, y también voy a parir en tres meses y tengo que comprar un montonón de cosas para el nuevo ser. Además, la boda es importante para la familia y los amigos más cercanos, los demás sobramos ampliamente..."
Pero no, hay que inventarse una excusa por la cual se explica que, por razones ajenas e inexcusables es imposible estar en la boda, pero que no hay nada más en el mundo que me gustaría hacer ese día, y que es una faena laboral, o que el viaje ya estaba planeado y cerrado de antemano.
Me siento mal por tener que mentir o excusarme con algo tan ridículo. Voy a lo que quiero, y a lo que no, pues no.
...Qué heavy, políticamente incorrecto y poco educado ha quedado este texto





1 jun 2007

Acuerdo de encuentro

¿Por qué la tierra es mi casa?
¿Por qué la noche es oscura?
¿Por qué la luna es blancuraque engorda como adelgaza?
¿Por qué una estrella se enlazacon otra, como un dibujo?
Y ¿por qué el escaramujoes de la rosa y el mar?
Yo vivo de preguntar:
saber no puede ser lujo.

El agua hirviente en puchero
suelta un ánima que sube
a disolverse en la nube
que luego será aguacero.
Niño soy tan preguntero,
tan comilón del acervo,
que marchito si le pierdo
una contesta a mi pecho.
Si saber no es un derecho,
seguro será un izquierdo.
Yo vine para preguntar
flor y reflujo.
Soy de la rosa y de la mar,
como el escaramujo.

Soy aria, endecha, tonada,
soy Mahoma, soy Lao-Tsé,
soy Jesucristo y Yahvéh,
soy la serpiente emplumada,
soy la pupila asombrada que descubre como apunta,
soy todo lo que se junta para vivir y soñar:
soy el destino del mar:
soy un niño que pregunta.

Escaramujo, Silvio.