11 ene 2008

La resurrección al mundo actual

Así me siento tras obtener de una vez por todas el bendito ADSL, que no creáis que me lo regalan, que tengo que pagarlo como cualquier mortal.
Ahora veréis porqué lo digo.

Os contaré las peripecias que he tenido que pasar hasta tenerlo, para que veais lo bien que funcionan las distintas empresas que en España publicitan este producto.

Allá por el mes de Agosto de 2007 decidí que debía conectarme a internet sin piratear más a los vecinos, así que me puse manos a la obra a comparar tarifas y condiciones de las diferentes compañías.
Me decidí por Ono, y tras las llamadas pertinentes, me enviaron el contrato que debía remitir firmado. Cuando me llegó dicho contrato tuve una duda de forma, y llamé a la comercial que me atendió par que me la aclarara antes de enviarlo de vuelta. No pudo contestar, y le dejaron recado para que me llamara. Al cabo de unos días, como no tenía respuesta, volví a llamar... así hasta 3 veces..... aún estoy esperando. Intenté poner una reclamación al departamento comercial de la empresa y que sepais que es imposible. Eso sí, en la última llamada (que, por supuesto hice yo) van y me dicen que para la dirección de mi casa que no tienen la tecnología ADSL para internet. Total, tiempo, esfuerzo y energías perdidas.

Después de esto, decidí que sería con cualquier otra empresa, pero que lo primero sería poner el teléfono fijo, así que contraté con Telefónica este servicio, pero no el ADSL, que iba a ser con Orange. Tras concretar y facilitar todos los datos, a falta sólo de una llamada a tres para contrastarlos y certificarlos con un tercero, me llaman del departamento comercial contándome que el número de teléfono que me han dado en Telefónica tiene una deuda con Orange, y que es imposible que de esta manera pueda contratar nada con ellos. Y es más, tampoco podría con Wanadoo ni con Ya, porque los ha comprado Orange y el sistema informático de ninguna de estas empresas permite incluir números con antiguas deudas (buen sistema informático).

Estamos ya a finales de Octubre, y yo sin internet, pero no aburrida.
A principios de Noviembre compro un kit ADSL de Telefónica, autoinstalable, para no tener que depender de más departamentos comerciales. El vendedor que me cobró el paquete me aseguró que en dos días estaría activo. Pasados los dos días llamo al comercio, y el vendedor que me atendió ya no estaba trabajando por inepto, y me confirma un nuevo compañero que no serán 2 días sino 20 lo que tardará el ADSL en estar activo.
Me indigno una vez más (os podéis imaginar que en los anteriores pasos también estaba bastante indignada y hubo muchas llamadas e intentos de reclamaciones, etc), pero como la indignación no lleva a ninguna parte, cambié esta actitud por la de Job, y aguanté los 20 días de rigor, y al día 21 llamé de nuevo, y cual es mi sorpresa cuando no me informa ahora otro chico que él es nuevo, que no puede ayudarme, que no sabe nada de ADSL (eligen a los mejores en esta tienda) y que llame en otro turno cuando esté otra compañera.
Bien, pues llamo cuando está la compañera y me dice que mejor me pase por allí con los datos del contrato.
Bien, pues después de dos viajes a la tienda, al final les devolví el kit porque no habían gestionado en ningún momento el alta de contrato, es más, no debían habérmelo vendido, así que me fui a mi casa con la cara de tonta más grande del mundo, con la sensación que una cámara oculta estaba siguiendome desde hacía 3 meses más o menos.

Decido probar suerte con la última empresa conocida que me faltaba Jazztel, pero no me daba ninguna confianza, así que me decidí por Telefónica. Eso sí, con la que no quería que me llamara por supuesto me llamaban cada dos días diciéndome lo fantásticos que eran y que porqué no me daba de alta con ellos, que me iba a ahorrar un montón de euros...

Por fin hago el pedido a Telefónica a través de una llamada de teléfono, y me dicen que en tres días me llegará el kit.

Lo recibí antes de ayer, 9 de enero.

Bendito internet, benditas empresas de telemarketing y teleasistencia.

Lo importante es que ya estoy aquí de vuelta entre los bloggeros.

Besos a todos