10 mar 2009

Todos los días deberían ser especiales de la mujer

No puedo dejarte de ver
arañando el silencio con tus ojos,
tratando de decir algo
que las palabras
nunca hubieran dicho mejor.
Aquella mirada era el resumen
de la noche posada en tus ojos,
con su lluvia, su viento y tu miedo al mar
de aquel sueño que te conté.
No puedo dejarte de ver
describiendo una estrella descubierta por mi
en tu erótica constelación, que no cabe en los mapas del cielo.
Tu mano, dibujando en el aire,
era capaz de ponerle color
al espacio vacío, que se llenaba
con la luz de la estrella brillante.
Cuida bien tus estrellas, mujer,
cuida bien tus estrellas.
No puedo dejar de decir
que hay idiomas perfectos por descubrir
y que son olvidados frecuentemente
en el tedio del tiempo.
Y que hay que buscarlos,
porque los barcos y las piedras
tienen abecedarios mejores
para demostrar que son bellos sencillamente,
sin palabras o esquemas.
No puedo dejar de decir
que esta triste canción
a tu lado oscurece,
que quizá este sea el ultimo misterio
que mirarán tus ojos nacer de mis manos
pues es tarde quizás para mi
y Cain me ha marcado sobre la frente.
Pero quiero alertarte de un gran peligro
y quisiera encenderte esta frase en la mente:
Cuida bien tus estrellas, mujer,
cuida bien tus estrellas
y que nunca las pierdas

Judith, Silvio Rodriguez

A todas