Yo pisaré las calles nuevamente de lo que fue Santiago ensangrentada,
y en una hermosa plaza liberada me detendré a llorar por los ausentes.
Yo vendré del desierto calcinante y saldré de los bosques y los lagos,
y evocaré en un cerro de Santiago a mis hermanos que murieron antes.
Yo unido al que hizo mucho y poco al que quiere la patria liberada
dispararé las primeras balas más temprano que tarde, sin reposo.
Retornarán los libros, las canciones que quemaron las manos asesinas.
Renacerá mi pueblo de su ruina y pagarán su culpa los traidores.
Un niño jugará en una alameda y cantará con sus amigos nuevos,
y ese canto será el canto del suelo a una vida segada en La Moneda.
Yo pisaré las calles nuevamente de lo que fue Santiago ensangrentada,
y en una hermosa plaza liberada me detendré a llorar por los ausentes
Pablo Milanés, 1974
http://es.youtube.com/watch?v=u436OUA6phU
Nota. Sustituir Santiago por Bagdad, Lhasa, Pristina, Kabul, y tantas y tantas ciudades y pueblos que cada día sufren la opresión, el maltrato y la impunidad, de todos y cada uno, de ellos mismos y de los que llegan de fuera.
ESPERANZA!
3 comentarios:
Están tan vigentes esas letras, ¿verdad?
Un post precioso, Krig.
Besos
Cielo, gracias por volver a escribir y por compartir estas líneas q todos llevamos dentro de alguna manera.
Te quiero
Esperanza!!. Eso es lo último que se pierde, ¿verdad?, aunque es posible que a los habitantes de las ciudades que has dicho, ya ni siquiera les quede una pizca.
Ojalá la recuperen y todo el horror termine.
Mil besos
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