24 may 2007

Con este tiempo apetece volver a las costumbres más invernales, pero no quiero dejarme vencer por el desánimo.

Yo que había sacado las chanclas del armario... si me descuido me pilla en la calle, en chanclas y la lluvia me lava los pies y las pantorrillas.

Qué agüacero y qué granizada cayó el domingo durante el viaje, nunca había visto algo parecido. Kilometros y kilometros de un gran telón oscuro.
Mirara hacia donde mirara no veía la salida, me sentí como Frodo dentro de Mordor, sólo faltaba la araña gigante que cruzara la carretera, menos mal que el conductor mantuvo el tipo...una vez más.
Pasada la tormenta llega la calma, pero no para de llover.

La lluvia me gusta, disfruto mucho porque me envuelve la capa del ensimismamiento, pero justo ahora que estaba saliendo del letargo del invierno me pilla con el paso cambiado.
...ya vendrá el otoño para volver a hibernar... ahora me tengo que desperezar.

3 comentarios:

la locutora de Rafa dijo...

Ya hibernarás ya... no te preocupes que este otoño te veré bastante ajetreada.
A mí también me encanta la lluvia, me relaja, pero no la que está cayendo por nuestra tierra, esa no. Esa me desespera.
No dejes muy lejos las chanclas hermosa, que en cuanto te descuides las sacas...

Besazos enormes

CaroLuna dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
CaroLuna dijo...

Uy!! llevaba una semanilla sin aparecer por aqui.

En relacion a la entrada anterior, yo tb me quede un poco con los ojos vueltos cuando oí el comentario, pero ahí nos callamos todos,...

Y en cuanto a la lluvia,... sabes q esta semana he vuelto a almeria con las mujeres del trabajo,... y por alli no ha llovido.

La lluvia esta bien, pero cada cosa a su tiempo. Ahora apetece luz luz y más luz, q no quiere decir mucho calor.

Un besito muy gordo